Cuánto provecho se le puede sacar a los pequeños "ratos muertos" en los que no parece que haya nada que hacer...
Hoy en menos de un minuto he resuelto una de esos problemas tontos que me preocupan de vez en cuando.
Resulta que soy uno de esas personas que prefiere los escritorios despejados, sin apenas iconos y con fondos de pantalla sin excesivas distracciones (típicamente, descargados de SimpleDesktops.com)
El caso es que, en los periodos en los que se acumulan ficheros en el Escritorio, me molesta no poder distinguir los iconos de los accesos directos que quiero tener a mano y los que, de algún modo, sólo molestan (porque no deberían estar ahí en primer lugar, mea culpa).
En los escritorios Linux -al menos en Ubuntu, que utiliza GNOME- es posible cambiar el tamaño de cada icono de forma individual. Esto sería una solución de circunstancias, pero efectiva, para poder distinguir los iconos residentes de los temporales.
¿Será posible hacer algo parecido en Windows 7?
La respuesta la he encontrado en Addictive Tips: How to resize Desktop Icons in Windows Vista. La solución es tan sencilla como seleccionar un icono en el Escritorio y mover la rueda del mouse.
Los únicos iconos que quiero en el Escritorio
Esto permite aumentar o disminuir el tamaño de todos los iconos. No es exactamente lo que buscaba, pero consigue el mismo objetivo: los iconos de los ficheros temporales que no deberían estar en el Escritorio molestan más al ser más grandes, por lo que es más fácil ponerse a hacer limpieza. Y como dicen en 37signals.com, el hecho de que los iconos deban competir por el espacio disponible hace que acumular cosas innecesarias -al menos en el Escritorio- sea más difícil.
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